viernes, 3 de diciembre de 2010

El Sr. Arzobispo ha nombrado a Padre Alejandro Ortíz Hernández, nuevo párroco de San Antonio de Padua.

La entrada de un nuevo párroco en la parroquia es un acontecimiento de singular importancia para la comunidad parroquial, que recibe al que ha de ser pastor propio bajo la autoridad del Obispo. El pasado 23 de Septiembre del 2010 por la tarde fue recibido el Padre Alejandro tomo posesión como Párroco. La celebración dela Eucaristía y la entrega de la parroquia estuvo presidida por Mons. Pedro Marmolejo Vicario Episcopal de la VI zona de pastoral.

El Padre José Guadalupe dando lectura del nombramiento del nuevo párroco.


Dándole las gracias a Mons. Víctor por estos 9 años que dedico su vida a esta parroquia.

El Padre Alejandro haciendo su profesión de fe


Que Dios me ayude y estos santos Evangelios que toco con mis manos
Entrega del Altar
Entregan al nuevo párroco la llave del sagrario
En esta fuente bautismal harás renacer, por el agua y el Espíritu Santo, tanto los niños que te presenten los padres cristianos como los adultos que se conviertan a la fe.

Recibiendo la Sede Penitencial
En este lugar el Señor, a través de tu ministerio, realizará maravillas.
Recibe las llaves de esta iglesia y cuida de abrirla oportunamente para que los fieles puedan acudir a celebrar los misterios cristianos y orar en la presencia del Señor.
Después de la ceremonia se realizó un convivio con la comunidad e invitados del Padre Alex y las diferentes pastorales, para darle la bienvenida a nuestro nuevo párroco que con gran alegría el grupo de jóvenes lo recibió con un bailable “La Danza de los viejitos”.
Cada párroco es un regalo del Señor; cada párroco tiene su estilo, su espiritualidad, su forma de vivir el sacerdocio, su manera de ejercer el pastoreo. No hay que hacer comparaciones, puesto que no hay persona humana que sea igual a otra. ¡Tomar lo mejor de cada pastor nuestro! Es una celebración en la que debemos participar todos, con alegría recibimos al que viene en nombre del Señor.
‎"Ser párroco no es para el sacerdote una etapa dentro de una carrera eclesiástica, sino una misión que es fuente de realización personal, pastoral y espiritual. La figura de Jesús, el Buen Pastor, es su imagen ideal".

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